Las nuevas bodas

Ya están aquí

La oposición del Partido Popular (respaldado en los pasados comicios por casi 10 millones de votantes) y de la Iglesia (institución que en cierta manera representa los valores de la mayor parte de la sociedad española) no han sido obstáculo para que el gobierno de Zapatero continúe adelante con una de sus promesas. Esta vez se trata del compromiso que el presidente del gobierno tenía con el colectivo homosexual, ésto es, la posibilidad de que exista matrimonio civil entre dos personas del mismo sexo y de que puedan adoptar hijos.

Ante todo quiero dar la enhorabuena a esa minoría que ve colmados sus deseos. Me alegro por ellos. Digo minoría porque he leído que son 4 millones pero yo, sinceramente, dudo bastante que 1 de cada 10 españoles sea homosexual.

Hoy por hoy, el matrimonio entre personas del mismo sexo está contemplado en Holanda, Bélgica, algunas provincias de Canadá y Massachusetts. Francia, Alemania, Suecia y Dinamarca tienen fórmulas que permiten la unión civil, aunque con ciertas diferencias y limitaciones con respecto a las parejas heterosexuales, principalmente referidas a la adopción.

Se prevé que el próximo verano, tras pasar por el Senado, esté aprobada esta nueva regulación del Código Civil que afecta también a todo lo relacionado con los valores en los que hemos sido educados teniendo en cuenta que, además de matrimonio, existirá la posibilidad de formar una familia.

A mi juicio Zapatero, el señor del talante, el diálogo y el consenso, se vuelve a precipitar en una decisión que tiene una trascendencia inmensa en tanto que las modificaciones que va a implantar afectan directamente a instituciones tan asentadas como el matrimonio o la familia.

Es en estos temas y no en otros donde hay que sacar a relucir precisamente esas cualidades de las que presume nuestro presidente: el talante, el diálogo y el consenso. Ni que decir tiene que todas estas cosas y alguna otra de la que suele carecer (reflexión, experiencia, conciliación…), se las ha pasado por donde Rodríguez Ibarra dijo que se metieran el indulto. ¿Por qué no un referéndum?...