Buscador

domingo, 27 de marzo de 2005

Keyloggers

Ladrones cibernéticos

Dicen que es sencillo evitar el fraude que se está produciendo con la Banca Electrónica. Estas afirmaciones se basan en que los bancos jamás nos pedirán datos de contraseñas secretas con lo cual, si algún e-mail nos solicita algún dato confidencial, basta con hacer caso omiso del mismo.

Sin embargo, diversos expertos avisan de métodos fraudulentos más complejos, los llamados "keyloggers". Cuando instalamos ciertos programitas útiles que nos solemos descargar (normalmente denominados shareware y freeware) o, incluso, cuando estamos navegando por Internet, nuestro disco duro a veces acaba albergando unos archivos pequeños conocidos como "espías".

En concreto, los "keyloggers" pueden registrar todas las pulsaciones de teclas que haga el usuario y configurados adecuadamente son capaces incluso de enviar por correo electrónico a los estafadores el registro de pulsaciones, con lo que éstos podrían hacerse con claves bancarias, de tarjetas o claves de correos electrónicos.

¿Se imaginan estar operando con nuestro banco y que, mientras, un hacker esté monitorizando nuestras transacciones?. Hace unos días escribí sobre las estafas con las tarjetas duplicadas y los cajeros automáticos. La verdad es que cuanto más me documento en el tema, más miedo me da tener mis ahorros en el banco. Habrá que volver a los tiempos de la abuela y tener el dinero en el calcetín.

Lógicamente, hay programas que intentan evitar que se cuelen en nuestro ordenador. Puede ser interesante echar un vistazo a esta página: http://www.anti-keyloggers.com/index_es.html


miércoles, 23 de marzo de 2005

Funcionarios Encubiertos

La farsa de las subcontratas

El PSOE denuncia que Madrid suplió durante 8 años una labor de funcionarios con trabajadores de empresas privadas.

"El PP ha vulnerado los derechos de los trabajadores, que perciben sólo 800 euros de sueldo por un trabajo por el que un funcionario recibiría 1.500 euros, y ha permitido que los datos fiscales de los madrileños, que son datos reservados, sean manipulados por personas no sometidas a los deberes y obligaciones propios de los funcionarios públicos", subrayó la portavoz socialista.

Dicen que nunca es tarde si la dicha es buena. Lo que pasa es que el PSOE es el primero que incurre en la "farsa laboral" que supone la subcontratación de determinados servicios de la Administración. Si echamos un vistazo a los servicios de gestión e información telefónica de la Seguridad Social y de la Agencia Tributaria, organismos de carácter estatal, ¿quién, si no la empresa privada, es la que se encarga de esas labores propias de funcionarios?.

Entiendo que, tras esta denuncia, el Gobierno del PSOE dará ejemplo y tendrá que incorporar como empleados de la Administración a los cientos de trabajadores que, ya sea de forma permanente o fija discontinua, vienen prestando sus servicios durante varios años a través de empresas privadas. De lo contrario, no me parecería seria la denuncia al gobierno de una comunidad autónoma en la que casualmente manda el adversario político.

martes, 22 de marzo de 2005

mAkinA * tOTaL

El hombre y la máquina

Se sigue diciendo que vemos demasiada televisión. Muchas investigaciones sociológicas buscan el motivo de estos comportamientos un tanto autómatas. Cuando a mí me preguntan por qué la gente ve tanto la tele yo, que no la veo, digo con cierta guasa que ésto se debe a que aún hay muchos que no han descubierto las grandezas de Internet. El caso es que, sea como sea, estamos condenados a pasar buena parte de nuestro tiempo delante de una pantalla, ya sea por motivos de trabajo o de ocio.

Vivimos en la era en la que el hombre y la máquina no sólo se complementan sino que, en algunos casos, ¡llegan a fusionarse!. ¿Qué fue de las partidas de mus? ¿y de las tertulias a la hora del café?... Muchos apuntan al deterioro de las relaciones personales como la causa pero no por ello podemos descartar la idea de que dicho deterioro sea el efecto de esta tendencia. ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina?.

Por el momento, lo único que parece claro es que existe una tendencia a que el hombre se decante por relacionarse con máquinas. El motivo puede ser que tiene total dominio sobre ellas, al menos hasta la fecha. Pero no se hagan ilusiones porque llegará el día en que todo cambie.

El hombre todavía puede apagar las máquinas; sin embargo tendremos que esforzarnos mucho para conservar este privilegio.

domingo, 20 de marzo de 2005

Tarifas Claras

¡Por Favor!

En el sector bancario ya es obligatorio que se nos informe del importe de la comisión cuando vamos a retirar fondos de un cajero automático. Propongo a las autoridades que obliguen a las empresas de telefonía móvil a informar, cuando menos, del operador al que estamos llamando.

Hace no mucho tiempo había pocos móviles y a través del prefijo podíamos saber si estábamos llamando a Movistar o a Airtel sin temor a equivocarnos. Por ejemplo, un teléfono que empezaba por 629 seguro que era de Movistar mientras que otro con prefijo 607 seguro que era de Airtel.

Ahora las cosas han cambiado y no sólo es porque Airtel ahora se llame Vodafone. Además de la entrada en el mercado de otros operadores, son muchos los móviles que hay en circulación y los prefijos se han multiplicado. A esto hay que unir que la nueva normativa posibilita la migración de números a otra compañía con lo que habrá casos en que, por ejemplo, el 629 ya no sea de Movistar sino de Amena y habrá quien, creyendo que llama a un teléfono de su operador, esté llamando a la competencia con la consiguiente "clavada". A todos nos ha pasado.

Una sugerencia: La solución sería simple y viable. Si al final del número marcado el usuario pulsa almohadilla, antes de establacer la llamada será informado del operador al que está llamando teniendo así la opción de colgar si no le interesa.


miércoles, 16 de marzo de 2005

Malditos Impuestos

El IRPF que nos viene

Hay quien todavía se cree que el PSOE va a diseñar un impuesto sobre la renta que beneficie a las clases más bajas en detrimento de las altas. Nada más lejos de la realidad. A la previsible reducción del tipo impositivo más alto (que, dicho sea de paso, es el que se aplica a la clase política de nuestros días caracterizada por su elevado nivel de rentas) hay que unir ciertas medidas que perjudican a quienes hacemos un grandísimo esfuerzo para poder comprar nuestra única vivienda. A continuación, un comentario que el diario El País tuvo a bien publicarme hace unos días:

Buena se avecina con el IRPF. De momento están tanteando a la ciudadanía y no se han atrevido a tocar nada pero para 2006 se prevén cambios significativos en este impuesto que afecta a la inmensa mayoría.

He echado un vistazo a las modificaciones que hay sobre la mesa y si hay algo en lo que no puedo estar de acuerdo es en lo que el gobierno llama la "supresión paulatina de los dirigismos fiscales". Es una manera ambigua de decirnos que van a quitar las pocas deducciones que quedan: vivienda y planes de pensiones. Es decir, pretenden suprimir las bonificaciones a quienes decidan asegurar su presente adquiriendo una vivienda o a quienes decidan asegurar su futuro con un sistema alternativo a la Seguridad Social en materia de pensiones.

Ésto es lo peor que puede hacer un gobierno. Pero este acto es aún más miserable cuando nos quieren convencer de que la gente compra vivienda o suscribe planes de pensiones guiados sólo por una fiscalidad ventajosa. De hecho, si fuera así, ¿no sería igualmente dirigismo (en este caso negativo) el hecho de suprimir unas deducciones que existen hace más de 20 años?.

Un gobierno medianamente cabal no puede invitar al contribuyente a que confíe en las ayudas públicas para comprarse una vivienda o en la Seguridad Social para que le pague una pensión. El Estado del Bienestar español, desgraciadamente, no está preparado para permitirse ese "lujo social".
Me temo que, una vez más, la exposición de motivos sólo transluce un mero afán recaudatorio.


lunes, 14 de marzo de 2005

El Cutrempleo

Nacido en tiempos de F. González

Los datos del último informe del Consejo Económico y Social (CES) indican que en España se abusa de los contratos temporales y que, además, el mayor incremento de este tipo de contratación se está registrando en las Administraciones Públicas. Según el CES “a todas luces el porcentaje es excesivo desde el punto de vista de lo que puede constituir un recurso razonable y necesario de las Administraciones Públicas para necesidades temporales imprevistas, extraordinarias o urgentes”.

El actual ministro de trabajo ya ha sido advertido por la Unión Europea pero mucho me temo que en este campo las actuaciones del gobierno van a seguir dejadas de la mano de Dios. Al fin y al cabo fue el PSOE y no otro partido el que introdujo en España los llamados contratos basura, las ETTs y toda esa farsa laboral que nos condena a los trabajadores hasta el punto de poder afirmar que nuestro único partimonio (que es el trabajo) es un valor cuya cotización está desde hace mucho tiempo a la baja.

Claro, que en este punto también hay que decir que pagan justos por pecadores y es que también es cierto que esa gran masa de empleados acomodados que presumen de que no les pueden echar y se dedican a tocarse la barriga, hacen mucha pupita a los que se mueven sin rumbo definido en este nuevo mercado laboral que surgió con los socialistas.

Mientras tanto, no es raro encontrarse con personas que llevan 5, 10 y hasta 15 años prestando el mismo servicio y en el mismo puesto aunque, eso sí, con la eterna vitola de la "obra o servicio determinado" amarrada al cuello.

Evidentemente, cuando esta situación es permitida por un partido político que se autodenomina "socialista" y "obrero", sólo queda decir en voz alta: ¡¡¡Qué gran vergüenza, señores del PSOE!!!!


jueves, 10 de marzo de 2005

Venta de Coches

Prohibido vender en la calle

El director general de movilidad del Ayuntamiento de Madrid anunció que en breve se retirarán los vehículos estacionados que tengan el típico cartel de "SE VENDE". Advierte que dará prioridad a los casos abusivos que vemos en algunas calles donde toda una hilera de vehículos lucen el reclamo; normalmente los de empresas y los de organizaciones que, a veces de manera ilegal, se dedican a la venta. A pesar de la aclaración de la mencionada "prioridad", a uno le entra la duda en cuanto al posible ensañamiento de la autoridad con los particulares, con la presa fácil y débil, como suele ser frecuente.

Además la Ordenanza Municipal puede ser conflictiva cuando los graciosos de turno que van por las calles se dediquen a poner carteles de "SE VENDE" a coches ajenos con el fin de que ese vecino que les cae mal y está de vacaciones se encuentre con la sorpresa cuando vuelva.

No todo tiene su lado negativo. También es cierto que la medida nos puede ser muy útil para acabar de una vez por todas con esos vehículos que llevan meses o años ocupando un sitio en la vía pública (porque para sus dueños parece que es más caro, en tiempo y dinero, molestarse en llevarlo al desguace y darlo de baja que dejarlo ahí molestando). Yo ya tengo fichados tres coches en mi barrio que son carne de cartel de "se vende", en este caso del que yo mismo pondré para que se los lleven.
Para evitarlo sólo se me ocurre excluir a los coches con cartel externo pero ello sería aprovechado precisamente por los de los casos de venta de empresas y organizaciones. Mal asunto.


miércoles, 9 de marzo de 2005

Malditos bancos...

... y sus comisiones

Una sentencia de la Audiencia Provincial de Alicante obligó al Banco Popular a reintegrar 7.700 euros a clientes a los que les habían cobrado comisiones (¡ojo! no intereses) por los llamados "números rojos". La sentencia entiende que las comisiones establecidas por la entidad no responden a la prestación de un servicio en concreto aunque estén pactadas en el contrato.

La Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (AUSBANC) señala que el crédito de descubierto se remunera con el interés por lo que cobrar una comisión adicional “supone un doble cobro”.

Por otro lado la postura del Banco de España es clara: las comisiones por descubierto sólo pueden cobrarse para resarcir al banco de los gastos incurridos en la reclamación al cliente (debe haber procedimiento de gestión de cobro). Sin embargo algunas entidades bancarias se aprovechan de ésto y las cobran de manera sistemática.

No cabe duda de que la sentencia crea un precedente importante. No sólo penaliza la usura propia de la banca sino que protege al cliente. Yo lo celebro.

Ahora espero que se ataquen otras prácticas bancarias a mi juicio poco lícitas. Me refiero exactamente a las "fechas valor", instrumento habitual de engaño para recaudar algunos céntimos de unos y de otros. Ésas que inducen al cliente a caer en la trampa de disponer de un dinero que es tuyo pero que aún no está disponible.

En concreto, el banco del que soy cliente suele jugar mucho con las denominadas "fechas valor". Sólo a través de Internet puedo saber que mi nómina está ingresada pero que, sin embargo, no es efectiva hasta dentro de dos días. Los cajeros automáticos, sin embargo, no sólo me dicen que el saldo está ahí sino que me dispensan el dinero para que luego llegue mi banco y me clave los intereses.

Hice la correspondiente reclamación al departamento de atención al cliente y me dijeron que la normativa del Banco de España se lo permite.

martes, 8 de marzo de 2005

Éste es el horizonte

¡Po vaya horizonte!

Una de las grandezas de Internet es que sin movernos de una silla podemos acceder al mundo exterior y tener perfecta información sobre las cosas. Por poner dos ejemplos bastante significativos y que están en auge: la ciberbúsqueda de empleo y la ciberbúsqueda de vivienda.

Dicen que "ojos que no ven, corazón que no siente" y, desde que está Internet, los ojos -al menos los míos- ven y muchísimo. La parte mala de tanta información es que nuestra felicidad se hace más vulnerable ante la cruda realidad.

Mis ojos ven cómo los portales que ofrecen empleo son medios de reclutamiento fácil y rápido de mano de obra barata. Viendo tanta oferta de empleo podemos llegar a pensar que el que no trabaja es porque no quiere, sobre todo si se trata de gente joven. Pero... ¿a qué salarios?. En estas páginas parece que todas las empresas se ponen de acuerdo para ofrecer lo que se puede denominar "salario estándar", o sea, entre 700 y 900 euros al mes con jornada completa y turnos flexibles y partidos, o sea, todo el santo día dedicado al patrón. Muchas piden experiencia, idiomas y toda la pesca, claro.

Mis ojos también ven cómo los portales de vivienda son muy eficaces en las búsquedas pero, al menos en Madrid, no encuentran nada por debajo de los 180.000 euros que es lo que puede costar un cuchitril de 30 metros. También son eficaces en el cálculo financiero, lo suficiente para abrirnos los ojos y darnos cuenta de que una hipoteca de 180.000 euros a 30 años arroja unas mensualidades superiores a 750 euros mensuales, cantidad muy similar a la que pagan en el mercado de trabajo.

Y todo ello suponiendo que lleguemos al banco y éste tenga a bien concedernos ese porrón de millones de las antiguas pesetas porque tengo un amigo que, ganando más que los salarios comentados, al ir a pedir financiación, le han despachado a las primeras de cambio...

Ante este panorama es difícil mirar hacia adelante y eso que superzetapé es "el hombre que te regalará un piso y un ordenador".


domingo, 6 de marzo de 2005

Lo políticamente correcto

¿Existirán manuales?

Que las promesas electorales encierran un escaso compromiso con los ciudadanos es algo que no voy a descubrir. Todos lo sabemos. Pero lo que sorprende en muchas ocasiones son las coincidencias en los programas electorales de los distintos partidos. Por poner un ejemplo, la página 161 [verla escaneada] del programa del PP tiene un fragmento igual en contenido y muy similar en redacción al de la página 81 [verla escaneada] del programa del PSOE.

Viendo estas cosas uno piensa que quizá la elaboración de un programa electoral corra a cargo de una empresa privada especializada en temas publicitarios y de márketing. A su vez, esta empresa utilizaría un manual o biblioteca con párrafos gloriosos, frases enlazadas que serían producto de lo que los usuarios de la informática conocemos como el "copiar y pegar". Debido a estas malas artes, llegaríamos a situaciones en las que dos partidos con ideologías diferentes propondrían lo mismo y con las mismas palabras. En definitiva, se trata de plasmar en el programa lo "políticamente correcto" que, en definitiva, es lo que vende.

De esta manera, el ciudadano estaría en un escenario ficticio donde todo son buenas palabras rodeadas de ambigüedades. Estaríamos siendo engañados por grupos políticos cuyo fin no es gobernar sino alcanzar el poder para chupar del bote. Por supuesto que ciertas medidas drásticas demandadas por gran parte de la sociedad como un claro "sí a la eutanasia" o un rotundo "no a la inmigración masiva" nunca las veríamos en el programa electoral de ningún partido porque son medidas polémicas. Son cosas que se pueden pensar pero no se pueden decir, porque no están en los manuales de lo "políticamente correcto".


jueves, 3 de marzo de 2005

¿Horripilantes?

A caballo regalado...

El otro día leí una carta al director de un diario. En ella, el aspirante a adjudicatario de una vivienda de protección pública de la EMV se alarmaba por el aspecto "horripilante" de éstas. No le faltaba razón. Hay que reconocer que muchas de estas viviendas parecen hechas con mal gusto y/o mala idea.
Algunas, más que viviendas, parecen oficinas, naves o incluso nichos (qué yuyu). Es como si detrás del proyecto alguien estuviera especialmente interesado en que los habitantes de estas casas sean fácilmente reconocibles como beneficiarios de ayudas sociales, es decir, susceptibles de ser señalados con el dedo: "mira ése, es uno de los que les han dado la vivienda". (..."financiada con mis impuestos"... Ya me entienden).

Por otro lado, me comentaba el otro día un amigo que vive en una vivienda libre de las primeras que se hicieron en los PAUs del norte de Madrid que, al lado de su urbanización, están construyendo unos pisos de protección oficial que ya los quisiera él. Con pádel, piscina y demás detalles que apuntan al semilujo.

Yo opino que ni tanto ni tan calvo. Que en el término medio se halla la virtud. No obstante, me voy a mojar y, de tener que decantarme por algo, me inclino ligeramente por la primera opción aunque sólo sea porque:

1) La casa fea y "delatora" dificulta la venta o alquiler encubiertos, así como la especulación, que se están dando con este tipo de inmuebles, prácticas que me parecen de lo más fraudulento.

2) Yo firmaría ahora mismo por ser adjudicatario de una vivienda con aspecto de bloque de cemento feo pero que estoy pagando a 1.400 euros el metro cuadrado. Los 2.500 que me ahorro los ganaría en calidad de vida, y como decía Ana Torroja, lo que digan los demás está de más.


miércoles, 2 de marzo de 2005

Pirulí que te ví

¿Qué le pasa a nuestra tele?

El desplome en los niveles de audiencia de TVE1 es más que preocupante. El ente público, lejos de ser relanzado como quería Zetapé, va de mal en peor. Programas de gran presupuesto conducidos por algunos profesionales cuya fama y éxito tocaron techo en tiempos pasados son fiel reflejo del desastre en cuanto al incumplimiento de los objetivos marcados. Otros programas, que a priori pueden parecer más que convenientes para la ciudadanía por su carácter divulgativo e instructivo, parece que no son del agrado de la mayoría. Cuestión de gustos, imagino.

Ante este panorama uno se pregunta: ¿cuál es el objetivo de la televisión pública?. Caben dos posibilidades: mantener los altos niveles de audiencia que siempre la han caracterizado o ir cediendo terreno a las privadas para dedicarse a las minorías, ésa es la cuestión. El "comité de sabios" designado por el gobierno no ha dejado claro este asunto y centra los objetivos en reflotar la delicada situación financiera y en desvincular el cargo de máximo mandatario del ente, del propio gobierno. También pretenden que haya menos publicidad.

Todo indica que, lejos de marcar un cambio de tendencia, seguiremos teniendo una televisión pública, que ésta tratará de captar audiencia ofreciendo como principal atractivo la disminución de cortes publicitarios, y que intentará ser más objetiva. Además, no lo olviden, la pagaremos todos con nuestros impuestos y, viendo las propuestas, parece que va a salirnos algo más cara que antes.
Sólo nos queda esperar que merezca la pena todo el esfuerzo que parece estar haciendo el gobierno. El tiempo tiene la última palabra.