Empleo y Vivienda ¡Ya!

Fundamentos de un desgobierno

En lo que llevamos de legislatura (menos de dos años) se nota que ha cambiado el gobierno. Hay evidencias de que hay un nuevo inquilino en la Moncloa y para afirmarlo no hace falta ser un experto. La polvareda que se monta con cada una de las decisiones que toma el señor zetapé no tiene precedentes y esto es indicio de que, lejos de gobernar, se dedica a tomar medidas polémicas que siembran el desconcierto en un altísimo porcentaje de la población.

Ante este cúmulo de despropósitos, como es lógico, hemos visto al presidente rectificar y desdecirse en más de una ocasión. Así como Aznar tenía un preparador físico con el que todos los días hacía ejercicio, el zetapé debería pensar en un profesor de semántica que le ayude a disimular el cada vez más habitual "donde dije digo, digo Diego". A pesar de los dimes y diretes, a lo tonto ya se han producido cambios radicales que afectan a instituciones como la familia, a las bases de nuestra sociedad (educación), a nuestras relaciones con el exterior y, próximamente, a la mismísima Constitución. Qué de cosas en qué poco tiempo...

Sin embargo, hay puntos del programa electoral que no se han tocado o, si se ha hecho algo, yo no he visto resultados. Me refiero a esos puntos que, para más inri, son los que realmente preocupan a los españoles y, sobre todo a los jóvenes: el empleo y la vivienda. La gente quiere tener un trabajo digno, un techo y que gane su equipo de fútbol. Somos así de simples y de prácticos, señor zetapé, y el panorama de actualidad es éste:

En empleo tenemos a un gobierno de izquierdas gestionado desde un partido que se autodenomina obrero y no se han tomado medidas en ninguna dirección. Ni se a acabado con el cutrempleo (contrataciones temporales bajo los cientos de fórmulas legales que lo permiten) ni se han sentado las bases para que se cree empleo aunque sea del cutre; de hecho, lo último que leemos va en esta línea. El gobierno pretende reducir la indemnización por despido improcedente a 33 días pero los sindicatos no van a negociar éso por lo que mucho me temo que lo del mercado laboral quedará aparcado.

En vivienda se creó un Ministerio específico para ello (con una ministra enchufada, paleta e incompetente, todo hay que decirlo) y así nos cunde el pelo. El objetivo, tan vago como que los precios de los pisos tienen que bajar. El resultado, que los precios siguen subiendo a ritmos muy elevados y que se producirá una desaceleración que no será gracias a este Ministerio sino al alza en los tipos de interés, cosa que viene dada desde la UE y que no afecta al comprador porque lo que se ahorre en el precio lo pagará en intereses de hipoteca.

Evidentemente, nadie quiere pensar en que el sector inmobiliario, nos guste o no, es uno de los principales motores de la economía y que su declive puede destruir muchos puestos de trabajo.