este señor no es trigo limpio
Como si hubiera ganado las elecciones por mayoría absoluta, el señor Zapatero está aprovechando esta legislatura para acometer cambios caprichosos, precipitados e irreversibles.
En poco tiempo se han modificado conceptos e instituciones como la educación o la familia. También hemos visto actuaciones en el mundo empresarial favoreciendo prácticas monopolistas. Y, por último, observamos la tendencia a un modelo de Estado que apunta hacia el fin de la Constitución Española, ésa que un día fue ejemplo en todo el mundo y que puso fin a una etapa de indeseable dictadura. A estas alturas nadie podrá negar que si Zapatero ganara las próximas elecciones España volvería a ser, sin ambages, una república.
Aun considereando la premisa de que los polémicos cambios que estamos viendo casi todos los días fueran buenos para todos, entiendo que cualquier medida debe ser [1] consensuada (no caprichosa) lo cual sólo se alcanza dialogando con la otra fuerza política del país o, en su defecto, con el respaldo de una mayoría absoluta en las últimas elecciones generales (situaciones que, en este caso, no se dan); [2] meditada (no precipitada) lo que requiere un análisis pormenorizado y una visión de futuro; y, a ser posible, de [3] carácter flexible (no irreversible) de forma que ante un posible fallo se pueda volver atrás.
Puedo entender que es muy difícil gobernar cumpliendo los 3 parámetros pero lo que no cabe en mi cabeza es que se incumplan los 3 simultáneamente y sistemáticamente.
Todo ello nos dice implícitamente que éstos del P$OE no terminan de creerse que ganaran unas elecciones en las que no eran favoritos y, pese a los resultados de las posteriores elecciones autonómicas que sí les colocan primeros, dudan de su continuidad y por eso quieren dejarlo todo hecho. Mal o bien, eso les da igual.
Unos piensan que están construyendo y otros pensamos que están destruyendo. Cuestión de opinión y de interpretación aunque será el tiempo el que quite y otorgue razones.
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