Semana negra en Renfe
En los 25 minutos que nos tuvieron parados en la estación de Chamartín el pasado Viernes, yo miraba a los que compartían vagón conmigo y me imaginaba las repercusiones que el retraso podría tener en sus vidas. Si yo tardé 1 hora en ir desde Ramón y Cajal hasta Nuevos Ministerios (trayecto que no suele llegar a 15 minutos) pensaba el tiempo que llevarían ahí quienes venían de Villalba. Era desesperante ver cómo el tren en reiteradas ocasiones avanzaba 100 metros para luego quedar parado durante 5 o 10 minutos.
Sres. maquinistas: para lo que hacen creo que ustedes tienen un trabajo más que digno además de seguro. Ustedes no saben lo que son los contratos basura, que afectan cada vez a un mayor porcentaje de trabajadores.
Sin embargo se permiten el lujo de pedir un aumento desproporcionado en su salario y tienen la poca decencia de hacer huelgas encubiertas, es decir, cobrando. Por si ustedes no lo saben, seguramente habrán provocado más de un disgusto durante esta semana a miles de viajeros.
Miles de trabajadores habrán llegado tarde a sus trabajos y a alguno ésto le habrá salido caro. Sí: ustedes no lo saben porque su trabajo es seguro pero ahí fuera, según están las cosas y sabiendo cómo se las gastan algunos empresarios tiranos, llegar tarde repetidamente puede ser causa de despido. También habrá quien haya llegado tarde a un examen importante, quien haya perdido la cita con el médico, etc. Pero ustedes, ajenos a la precariedad del mercado de trabajo, seguirán exigiendo mayores salarios y presionando con la falta de profesionalidad que han demostrado esta semana y que perjudica, como siempre, a los que menos culpa tienen.
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sábado, 12 de noviembre de 2005
Huelgas Encubiertas
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