Los pisos no bajan
En lo relativo a la ya hace mucho tiempo anunciada "burbuja inmobiliaria", debe quedar claro que, a pesar de la ralentización de los precios (cosa que aún no se ha alcanzado) difícilmente nos encontraremos con un crack del mercado inmobiliario.
En este sentido podemos afirmar que nadie se va a arruinar porque los pisos estén 3 o 4 años sin subir de precio ya que quienes los usan como vivienda van a seguir igual (pagando una hipoteca, lo que supone una forma de ahorro) y los que especulan con ellos se esperarán a que vuelvan a subir (y mientras los pueden alquilar obteniendo una rentabilidad).
Quizá lo que sí veremos ante un posible estancamiento (que no crack) es el cierre de la gran cantidad de agencias inmobiliarias que proliferan desde hace relativamente poco. Las que hayan abierto en la cresta de la ola lo van a tener difícil, como les ocurriera a las videoclubes de barrio cuando se incrementó la oferta televisiva con las cadenas privadas. Igualmente les ocurriría a los promotores de poca monta que hayan pagado un pastón por el suelo confiando en que se van a mantener los endiablados ritmos de crecimiento; éstos pueden perder parte de su inversión pero tampoco es para alarmarse porque si hay algo que tengo claro es que el ladrillo es difícil que baje al cotizar en un mercado bastante menos flexible que los mercados financieros.
Contra la hipótesis de derrumbe de precios juegan factores tan importantes como el mantenimiento de los tipos de interés en niveles mínimos, la poca oferta de suelo en las grandes ciudades, la nefasta política en materia de vivienda de un gobierno que se había comprometido sólo de boquilla (está todo dicho pero no hay nada hecho) y la entrada masiva y descontrolada de inmigrantes en España.
Entretanto, esperaremos a los próximos datos para ir confirmando mi sospecha: el ladrillo no baja.
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miércoles, 29 de junio de 2005
Mercado Inmobiliario
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