Aúpa, guaje
El deporte Español vive otro fin de semana dispar ofreciéndonos una de cal y otra de arena. Curioso dicho porque nadie se pone de acuerdo en saber si la de cal es la mala o la de cal es la buena (os invito a que deis vuestra opinión). Para no entrar en debates amorfos, lo malo nos lo dio una vez más la selección española de fútbol y lo bueno nos lo dio el gran F. Alonso.
La selección española de fútbol nos confirmó a todos que no está a un buen nivel y que puede perder con cualquiera. Ya no se puede hablar de fracaso porque el hecho de caer con equipos de calidad media es algo más que predecible. Ya va quedando claro que los jugadores españoles no son tan buenos como se nos dice en la prensa; simplemente son una banda de jóvenes millonarios que tocan muy bien el balón pero no saben competir.
La solución es difícil pero yo empezaría por largar a su casa al Presidente de la Federación Española de Fútbol; un tipo que dice “fúrbol”, lleva ahí apalancado desde hace muchos años, chupando del bote bajo el mandato de varios gobiernos y no ha acertado. Después de echar a este individuo, me plantearía muy seriamente la idea de contratar a un seleccionador extranjero que no se dejara influenciar por los medios y que no debiera favores a nadie.
Fernando Alonso, quien, desmoralizado, horas antes de la carrera dijo que con estar en el podio se podía dar con un canto en los dientes, no sólo ha estado ahí sino que lo ha hecho en lo más alto. Queda una carrera para el final del mundial y tiene el título en el bolsillo. Le valdría puntuar en la próxima carrera para proclamarse campeón del mundo de Fórmula 1.
Recordemos que Alonso ha llegado a este punto con todo en contra: de un lado la organización con decisiones tan polémicas como injustas. De otro lado, su propio equipo donde, conscientes de que Alonso ha firmado ya con otra escudería, no le han prestado la atención que merece un campeón y han cometido errores que cuesta creer que se deban al azar. Y finalmente, la suerte que, hasta el día de hoy había acompañado a su más directo rival, el alemán M. Schumacher. No es de extrañar que en este escenario las casas de apuestas tuvieran como favorito a éste desde hace tiempo incluso cuando Alonso le sacaba más de 10 puntos.
Sin embargo, no hay que lanzar las campanas al vuelo. La última y definitiva carrera es dentro de 2 semanas en Brasil y la posibilidad de que Schumacher gane esa carese gran premio rera es muy alta porque lo lógico es que Alonso no arriesgue demasiado ya que le vale con quedar octavo. Partiendo de este supuesto, podemos decir que si se le rompe el coche a Alonso, que no sería la primera vez, se iría todo al garete. Crucemos los dedos.
PD: en lo relativo a la foto que ilustra el comentario, tomada la semana pasada cuando Schumacher ganó gracias a la incompetencia de un mecánico qde Renault que tardó 19 segundos en poner una tuerca, ojalá podamos decir aquello de quien ríe el último ríe mejor.
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