Oe, oe, oe, oeeee...
Por fin la selección española ilusiona. Por fin entretiene. Luis puede estar contento con sus jugadores. Por fin dejamos de ser unos pupas.
A juzgar por el arranque que ha tenido España en este mundial muchos ya piensan en la posibilidad de alcanzar las semifinales, máxime viendo las penosas actuaciones de equipos a priori favoritos como Brasil (que no da sensación de equipo sino que de momento es un compendio de estrellas) o Alemania (ya clasificada aunque no gracias a un juego vistoso sino a la suerte y a su innegable pundonor).
Esperemos que España siga jugando con el orden y la humildad que han demostrado en el primer partido. A destacar, la entrega y el trabajo de todo el equipo. Quizá la ausencia de figurines y el hecho de que nadie daba un duro por España antes de que comenzara la competición hayan sido importantes para empezar con tan buen pie. En anteriores ocasiones creíamos que nos íbamos a comer el mundo y no tuvimos más que decepciones.
Lo único que lamento es haberme tenido que conformar con ver un amplio resumen del partido en diferido porque el horario sólo ha permitido verlo en directo a unos pocos privilegiados, quienes no trabajan por la tarde o quienes, trabajando, gozan de tratos de favor en la empresa donde trabajan, que no es mi caso.
¡Aúpa España! (o ¡arriba!, aunque a muchos les moleste esta expresión)
Por cierto: ¿será éste el último mundial que España cuente con la participación de jugadores catalanes y vascos?. Habrá que ver quién gana las próximas elecciones...
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