solidaridad con las víctimas
Cuando a alguien se le muere un ser querido, siempre le decimos "te acompaño en el sentimiento". Así lo dicen nuestros buenos usos y costumbres. Pero ello no debe quedar en una frase hecha.
Cuando hablamos de las víctimas del terrorismo, sería bueno que el gobierno, en nombre de todos los ciudadanos, acompañara en el sentimiento a sus familiares pero no de boquilla sino de forma sincera.
En cuanto a cómo hacerlo, lo más coherente es respetar los sentimientos de quienes un día perdieron a esa persona que querían. Nadie sabe cómo va a actuar ni lo que va a sentir ante un suceso si éste no se le ha presentado. Por ello, cualquiera que pretenda ser solidario no tiene más remedio que atender a la voluntad del que ha experimentado el drama.
La situación que tenemos hoy en España es muy distinta a la planteada, hasta el punto de que a la Asociación de Víctimas del Terrorismo le ha tocado jugar un papel de malo de la película. Hoy la AVT es un obstáculo por tener la osadía de pretender lo contrario que Zapatero quien, como todos sabemos, ha pensado que la receta es diálogo, tratos de favor y mano blanda con el asesino. Además hay quien piensa, de paso, que la AVT es un aliado del PP. ¿Para qué queremos más?.
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martes, 14 de febrero de 2006
No al Terrorismo
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