Guerra de precios
Si miramos el gráfico que muestra la progresión en Bolsa de Altadis podremos observar una brusca caída durante el mes de enero, debida fundamentalmente a tres causas: el aumento de los impuestos indirectos, el incremento de precios de esta compañía y la bajada de precios de la competencia, el gigante Philip Morris.
Quien hubiera invertido el 2 de enero 10.000 euros, lleva perdidos 900 y... lo que queda. No olvidemos que la cotización del título no se resintió, de manera inexplicable, en el último trimestre de 2005 pese a la restrictiva ley anunciada en aquellas fechas y que ha entrado en vigor en 2006. Así, independientemente de los tres acontecimientos de enero, lo lógico es pensar que Altadis vaya inevitablemente a la baja.
Ni que decir tiene que la política de precios seguida por Altadis en este arranque de ejercicio ha sido nefasta, sobre todo si tenemos en cuenta el escenario hostil en el que se mueve el sector. De hecho, tras la iniciativa de Philips Morris de bajar los precios de sus cotizados tabacos, no sería de extrañar que Altadis reculara en su errónea estrategia y que pudiéramos entrar en una dinámica de guerra de precios.
Entretanto, los estanqueros se creen que van a poder hacer algo y de momento se niegan a dispensar los Marlboro y compañía. Además piden al gobierno que les ayude… Cada loco con su tema.
Está visto que en este país aún queda camino por recorrer en lo que a economías de mercado se refiere.
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