Hacienda contra el pobre

Déjenme respirar

La Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado, la antigua APIFE, denunció ayer la existencia de una «amnistía fiscal de hecho» para las 3.000 empresas y grupos económicos que facturan más de 60 millones de euros anuales, ya que muchas de ellas no han sido nunca objeto de inspección por parte de la Agencia Tributaria. [VER NOTICIA]

Ésto confirma lo que he dicho en más de una ocasión: quienes padecemos el trauma de pagar impuestos somos los trabajadores. Es más, al menos en mi caso, la presión fical es una de las trabas que me impiden llevar una vida desahogada. No sólo se trata de la retención de IRPF que me aplican en la nómina todos los meses; también está el IVA que pago cuando consumo, los millones que pago (de IVA o ITP y de Actos Jurídicos) cuando compro mi vivienda habitual (la cual debería estar exenta de gravamen porque es un derecho constitucional), los impuestos municipales (que ahora con Gallardón son el doble que antes), los precios públicos, etc...

Actualmente los instrumentos de que dispone la Agencia Tributaria se destinan mayoritariamente a controlar exhaustivamente incumplimientos o errores de las rentas del trabajo, lo que, en opinión de los inspectores, no resulta "congruente" teniendo en cuenta que los mayores focos de fraude se encuentran en las grandes empresas. Para mí tampoco es "congruente" que se ataque al débil.

De todos es sabido que el que tiene dinero y poder tiene los medios (paraísos fiscales, sociedades ficticias, etc.) para soslayar a Hacienda. Los trabajadores seguimos esperando el día en que el fisco nos deje respirar y centre su afán recaudatorio en los que generan riqueza suficiente para colaborar al mantenimiento del país.