El euro y los céntimos
Je, je, je. Vaya problema con las matemáticas tenemos en este país. El sistema educativo no sólo nos deja vergonzantemente cojos en el tema del bilingüismo sino que las matemáticas siguen siendo un hueso duro de roer. Después de más de tres años con el euro en el bolsillo, aún la gente se lía, no sólo porque sigue empeñada en convertir nuestra moneda en una que ya no existe, sino en algún que otro matiz.
El otro día entré en una tienda de "chuches" y, al preguntar el precio de un regaliz, me dijo el tendero que costaba..."cero con quince céntimos de euro". Muy señor mío: o son "cero con quince euros" o "quince céntimos de euro" -dije yo- que la redundancia en este caso representa un descuento del 99% y éso le puede llegar a arruinar.
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lunes, 28 de febrero de 2005
Problema Matemático
jueves, 24 de febrero de 2005
Márketing Político
Las nuevas formas
Ahí va éso: "ZP", el "talante", "las ministras del Vogue", "Los Sabios" (con mayúsculas, ojo), "Referéndum Plus"... ¿para cuándo la "Esencia Zerolo" de venta en perfumerías y grandes almacenes?.
Dejándonos de bromas ¿qué coño es todo ésto?. Sinceramente, cuando uno ve que se pone sello desde el propio presidente del gobierno hasta un comité encargado de diseñar un plan de viabilidad para la televisión pública, piensa que se están riendo de nosotros.
Lo malo es que España se está convirtiendo en el país de las pantomimas y de momento la nueva fórmula funciona o, al menos, el producto ZP ha llegado demasiado lejos. Hasta el punto de sorprender allende los mares donde se habla del fenómeno del asalto al poder de Zapatero como una anécdota con título de película: "presidente por accidente".
Fraude con Tarjetas
El que no corre, vuela
Hace poco me llamó el banco comunicándome una incidencia con mi tarjeta de crédito. Al parecer podría haber un duplicado de la misma circulando con el que se había intentado retirar fondos desde algún cajero. Meses atrás a un amigo le ocurrió lo mismo, nadie le avisó y a él sí le sustrajeron dinero. Para más información de cómo se realiza el timo, pueden ver el siguiente documento [ver más detalles].
Hay organizaciones que hacen copias de tarjetas y con métodos sofisticados te averiguan la contraseña. Llevan meses operando y de momento no hay manera de echarles el guante.
Teniendo en cuenta del riesgo que corremos con la entrada de estas mafias que al parecer proceden de los países del este, creo que la banca se debería poner las pilas en lo referente a seguridad si quieren que uno de sus productos más rentables (las tarjetas) no empiecen a desaparecer.
Hay entidades que ya utilizan la confirmación de las compras de Internet mediante SMS (mensajes de móvil). Otras envían un mensaje al móvil del usuario en el instante en que retira dinero del cajero o se compra con tarjeta. El SMS sólo sirve para ratificar la operación. Si te han clonado la tarjeta, no podrás evitar el primer robo, pero sí el resto.
Yo propongo un sistema algo más complejo siempre a opción del cliente. Sería una tarjeta con el saldo bloqueado por defecto siendo desbloqueable mediante un SMS enviado antes de operar en tiendas y cajeros. En el SMS indicaríamos una contraseña y el tiempo de desbloqueo solicitado, en previsión a lo que vayamos a tardar en efectuar la compra o la retirada de dinero. Por ejemplo: envíe un SMS al número 1234 con el mensaje: "5K7R 30" donde 5K7R sería nuestra contraseña y 30 los minutos solicitados de actividad de la tarjeta. En este sistema, deberían diseñarse varios mensajes con más opciones para adaptarlo a las necesidades y preferencias del usuario en cada momento.
martes, 22 de febrero de 2005
Madrid Calidade
Vaya ciudad...
El escaso tiempo que me brinda el fin de semana para dedicar al ocio lo paso en centros comerciales ubicados siempre en las afueras. Hace tiempo que dejé de disfrutar del encanto del centro madrileño porque la masificación y el tráfico lo hacen más que estresante. Pero el Sábado me apeteció ir al teatro y no tuve más remedio que aproximarme al "kilómetro cero" de la ciudad.
Por las razones aludidas, descarté la opción de utilizar mi vehículo y utilicé el Metro, como aconseja el señor alcalde recalcando además que la ciudad está "preparada para ti". Hacía mucho que no utilizaba este medio durante el fin de semana porque ya es suficiente con aguantar apreturas los días de trabajo y pensé que el fin de semana sería distinto. Pero nada más lejos de la realidad.
Ocurrió en Ventas donde previamente había dejado estacionado mi coche. Resulta que la línea 2 tenía tal descoordinación a eso de las 20:00 que me tocó esperar a que me recogiera el tren la friolera (nunca mejor dicho, debido a la temperatura de esa estación) de 9 minutos. Ese tren fue llenándose, estación tras estación, hasta que llegó a Goya donde la gente se agolpaba en el andén intentando entrar. Todo el mundo entraba empujando y, con bastante razón, despotricando. Una absoluta vergüenza.
Hablo de descoordinación porque en el trayecto pude observar que en dirección contraria a la nuestra había un tren por estación por lo que se llegué la conclusión de que debería haber dejado pasar ese tren para montarme en alguno de los siguientes los cuales, presumiblemente, circulaban con frecuencias de 2 minutos, como debe ser.
Pese a todo, hice muy bien porque en las calles del centro pude confirmar que este Madrid ya no es lo que era. No sólo por el crisol de culturas del que tanto se habla últimamente sino por la cantidad de automóviles colapsando todas las calles y formando filas interminables a la espera de que, entre los ruidos de claxon, la barrera del párking se abriera de cuando en cuando.
Por cierto, la obra de teatro muy bien. "Aquí no paga nadie", en el Infanta Isabel. Una interesante visión crítica del sistema que padecemos los curritos. Yo sí pagué: 25€ por cabeza, que hacen del placer de ir al teatro algo que es de frecuencia anual habida cuenta de que ese dinero da para 4 entradas de cine.
La obra terminaba con un cartel de "se vende". Era un miniapartamento de escasos metros por 300.000 euros, porque es lo que se lleva, es a lo que hemos llegado. Ello reforzó mi idea irónica de "Madrid Calidade" y me fui a casa silbando aquella canción de Leño en la que se decía "es una mierda este Madrid que ni las ratas pueden vivir".
miércoles, 16 de febrero de 2005
Comunidades Autónomas
El gran fallo de nuestra Constitución
Está claro que un gobierno centralizado ahorraría impuestos a los ciudadanos, sería más eficaz y evitaría la aparición de multitud de cargos políticos a los que tenemos que mantener (cuya honradez en todos los casos, sin excepción, es más que dudosa). Tenemos que soportar un despilfarro innecesario por culpa de las autonomías para que muchos puedan tener lo que llaman "su identidad", un alto precio que repercute en los bolsillos de los todos los contribuyentes.
La idea de autogobierno no implica solidaridad y se fundamenta en el más puro egoísmo. En algunos casos la envidia (a la capital) también tiene especial protagonismo y está detrás de estos secesionistas que han irrumpido en el panorama político. Lo que llama la atención es que el gobierno de Zapatero esté dejando entrever la posibilidad de cambios en la Constitución pero justo en el sentido inverso al que planteo, en el sentido de acrecentar el problema del despilfarro, la ineficacia y las corruptelas propias de todo político actual.
Se está cediendo, en resumidas cuentas, a la presión y al chantaje de los nacionalismos sin ponderar las repercusiones futuras en la economía del país y de los que lo financiamos con nuestros impuestos.
Seguramente esta visión, basada en criterios eminentemente prácticos y económicos, será vista por muchos como una "ideología política de derechas" pero nada más lejos de la realidad. Precisamente la derechona de toda la vida es nacionalista y, de hecho, está recomendando el "no" a la Constitución Europea, igual habría actuado Franco, con el fin de que España se desmarque de la UE. Exactamente lo mismo que quieren hacer los nacionalistas vascos o del tripartito catalán con España.
martes, 15 de febrero de 2005
Iberia se mecaniza
No más máquinas
Como usuario del transporte aéreo no puedo reprimir mi disgusto al observar el otro día en Barajas que han eliminado bastantes mostradores de facturación de Iberia para instalar máquinas. Ahora, largas colas se concentran en los mostradores que quedan porque el usuario no quiere que le atienda un artilugio.
Iberia actúa como si las cosas funcionaran a las mil maravillas. Ni que estuvieran vendiendo tabaco. ¿Quién será el lumbreras que ha pensado que la gestión de los pasajeros de un avión puede parecerse a vender billetes de metro o a comprar las entradas de cine por Internet?. Habrá que recordar al responsable de turno que lo que está vendiendo Iberia es transporte aéreo, un servicio bajo un sistema en el que el overbooking es algo frecuente (además de desgraciadamente legal) y donde la casuística del pasajero es lo suficientemente amplia como para que una máquina resuelva.
Por otro lado, me consta que la situación financiera de Iberia es lo suficientemente buena por lo que no veo necesario ser tan rastrero de eliminar puestos de trabajo supliéndolos con máquinas con el perjuicio que ello tiene sobre la calidad en la atención al cliente que, a la larga, se verá reflejado en los resultados de la compañía.
miércoles, 9 de febrero de 2005
Engaño gubernamental
Ya basta, Señores
En 2004 una señora cobró 8.270 euros brutos de la Seguridad Social en concepto de pensión de viudedad. Para 2005 se supone que las pensiones suben este año un 3,50% por lo que esta cantidad asciende a 8.560 euros brutos. Hasta aquí todo bien pero no hemos tenido en cuenta a la omnipotente hacienda.
Con hacienda presente, la situación real de la viuda mostraría una subida del 2,47% en su pensión ya que su salario NETO habría subido desde 8.270 euros (a los que les corresponde una retención del 0%) hasta los 8.475 (pues a 8.560 brutos les corresponde un 1% de retención) que va a cobrar este año. Aunque admitamos que la inflación es de un 3,50%, cosa que yo tampoco me creo (se comentará otro día la falacia del IPC), resulta que la viuda ha perdido poder adquisitivo.
Al ver casos como éste uno piensa: ¿por qué no me hablan claro?. Lo que hace el gobierno cuando anuncia a bombo y platillo que va a subir las pensiones, recurriendo a cantidades brutas y eludiendo las netas, es parecido a lo que hacen los comerciantes de productos informáticos o las inmobiliarias, sectores en los que tienen la manía de anunciar los precios sin IVA como si el IVA no lo pagara nadie.
BASTA YA DE TANTO ENGAÑO.
lunes, 7 de febrero de 2005
Chiringuitos Públicos
Mejor lo privado
Participados en más de un 20% por las respectivas cominidades autónomas, los parques temáticos están resultando un verdadero desastre desde el punto de vista financiero. El número de visitantes disminuye cada año, las pérdidas crecen y la deuda cada vez es más insostenible. Una vez más sale a relucir algo que sólo un pazguato se atrevería a negar: "LO PÚBLICO FUNCIONA PEOR QUE LO PRIVADO".
La gestión pública siempre es fatal y en este caso aún más. Es lógico pensar que si una empresa va mal quienes palman pasta son sus accionistas; de igual modo, si el Estado pone un negocio (gran aberración económica) y éste da pérdidas, los que palmamos pasta somos los contribuyentes. Ante la evidencia, la Comunidad de Madrid ya se plantea vender su participación en este ruinoso negocio.
La idea es potenciar la zona mediante la construcción de viviendas. Lo primero que nos viene a la cabeza son las prácticas especulativas que pueden acontecer y, de hecho, poco han tardado en alzar su voz esos políticos nostálgicos del comunismo y, por tanto, amantes de lo público. Pero digo yo... ¿no será mejor reflotar la zona confiando la tarea a la iniciativa privada?.
Es natural que si la Comunidad quiere vender algo con mal aspecto lo tiene que adornar para hacerlo atractivo y que alguien esté dispuesto a comprárselo. Mientras no haya corrupción, sobres sospechosos, maletines y afines como en la época de la Expo, adelante con el proyecto. Y si después quieren especular que especulen, que ahí está el mercado para autoregularse como ya dijo hace muchos años Adam Smith.
domingo, 6 de febrero de 2005
Ya no tan cañí
Spain is... más de lo mismo
Pronto España dejará de ser cañí. La americanización es un hecho que está ahí, que nos concierne a todos. Es algo en lo que todos hemos colaborado involuntariamente. También los que reniegan de lo norteamericano (aunque luego se benefician de ello), ésos que por sistema hablan mal de EE.UU. sin conocer su realidad social ni su historia. Son razones de política, de ideología, de resentimiento y de envidia las que les hacen ser así de intolerantes. Conozco a uno que siempre se define como "antiyanqui" y lo dice muy orgulloso. Es de esos personajes contradictorios que van a las manifestaciones de "no a la guerra" con camiseta del guerrillero ése que llamaban Ché. Odia a EE.UU. pero es un asiduo del McDonalds, en su casa nunca falta una lata de Coca Cola y el software de su ordenador es de Microsoft.
Si bien muchos arremeten a las primeras de cambio contra todo lo que suena a EE.UU., tenemos que reconocer que en España hay una tendencia a copiar los modos de vida norteamericanos. Hay quien dice con razón que nos estamos americanizando (aunque sería más correcto decir norteamericanizando). Un ejemplo de la excesiva influencia que tenemos nos lo ofrece el gigante de automoción General Motors que ha decidido, con gran acierto, impulsar su negocio en España cambiando el nombre de una de sus marcas, Daewoo (marca coreana que despertaba la sospecha y el recelo del cliente), a Chevrolet. No les quepa duda de que las ventas subirán aunque les aviso que los coches son los mismos.
Además del éxito de las hamburgueserías, de la Coca Cola, de Papá Noel (que está dejando a los Reyes Magos en un segundo plano) y de otros tantos detalles, en los últimos años proliferan esas grandes superficies donde se instalan los llamados "megastores" a los que acudimos, como borregos, dispuestos a sufrir las aglomeraciones propias de estos lugares que nos recuerdan a los que hay en EE.UU. De ésto último (del borreguismo que importamos) hablaré otro día, que tampoco quiero ser un brasas.