no quitan el impuesto de AJD
El gobierno ha anunciado a bombo y platillo la nueva ley hipotecaria. Salía Solbes en todas las televisiones orgulloso de la nueva normativa y nos decía que vamos a notarlo en nuestros bolsillos.
De la nueva ley hipotecaria podemos decir que nos hará más fácil el cambio de hipoteca al bajar los gastos inherentes a dicha operación. Pero sólo eso. La nueva ley agiliza pero no abarata (al menos de manera directa) un mercado hipotecario que en la actualidad tiene su principal traba en unos tipos de interés al alza cosa que, como todos sabemos no depende del gobierno, ni de las leyes.
Y digo todo esto porque, si de lo que se trata es de facilitar a los ciudadanos el acceso a una hipoteca medianamente asequible, no basta con facilitarnos el cambio de hipoteca a otro banco que nos dé mejores condiciones (lo cual no dudo que puede hacer que haya más competitividad) sino que habría que reducir los impuestos que recaen sobre la formalización de este tipo de préstamos.
Una vez más, el gobierno legisla para que baje un precio pero no está dispuesto a dejar de recaudar. Con la nueva normativa, los gastos de tasación, notaría, registro, gestoría y bancarios se ven reducidos. Pero, sin embargo, nace con una traba bastante importante, ya que a última hora el Ejecutivo ha decidido retirar de la reforma, “uno de los principales alicientes del texto”: la exención del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados.
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sábado, 10 de marzo de 2007
Nueva Ley Hipotecaria
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