el Sentido del Humor
como antídoto anticrispación
En la ciudad del caos, en la gran urbe donde convive el ya famoso crisol de culturas, en plena vorágine cotidiana donde sólo parece haber un hueco para la crispación, siempre hay un resquicio por el que se cuelan cosas buenas en forma de antídoto para combatir el desasosiego.
Qué mejor antídoto que el sentido del humor. Según está el percal, cualquiera que se precie aplaudirá todo acto capaz de arrancar la sonrisa de un ciudadano. Desde hace unos días podemos ver que algunas estaciones de Metro han sido rebautizadas. Los nombres han sido alterados con unos rótulos adhesivos que rozan la perfección. Algunos ejemplos son: "Tuerta de Toledo", "Príncipe Frío", "Avenida de la Frustración", "Líos Rosas", "Tieso de Molina" y "Barrio de Picar".
Ante este tipo de actos siempre hay cuatro amargados que de manera espontánea califican estos hechos como vandalismo pero yo no dudo que somos mayoría los que pensamos que no hay nada más difícil que conseguir una sonrisa del ciudadano estresado (y apretujado, en el caso de los usuarios del Metro) madrileño y, por eso, aplaudimos a estos "vándalos" artistas.
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