Con todo esto de la crisis se empiezan a detectar cosas
raras en el mercado inmobiliario.
Por un lado están los Ayuntamientos y Comunidades Autónomas,
con necesidad de ingresar dinero de donde sea. Así, vemos ya casos en los que
viviendas que tenían alquiladas son ofrecidas a los inquilinos para que estos
las compren a un precio que hace 3 años habría sido razonable pero que hoy,
según están las cosas, es abusivo. Pero si cuela, cuela.
Por otro lado están los promotores privados que de un tiempo
a esta parte no son otros que los bancos, que se han comido con patatas todos
esos inmuebles que eran de promotores a los que habían concedido préstamos pero
que han ido a la quiebra.
En este escenario, igual que Ayuntamientos y Comunidades
Autónomas quieren liquidez e intentan exprimir su stock inmobiliario, a los
bancos les ocurre algo parecido: quieren desprenderse de los activos embargados
y van soltando lastre, de momento poco a poco para no tumbar el mercado. Además, los bancos ofrecen preferentemente
préstamos a quienes compran sus inmuebles por lo que actúan como obstáculo para los potenciales compradores de vivienda protegida.
Esto es lo que nos lleva a la gran paradoja: viviendas protegidas a precio de vivienda
libre. Y una pregunta: ¿Veremos vivienda protegida más cara que la libre?
No hay comentarios:
Publicar un comentario