Han pasado tres semanas desde aquel asentamiento en la Puerta del Sol que, pese a pretender basar sus principios en un mensaje apolítico, rebosó siempre claros tintes ideológicos. El desánimo de muchos ante la actual situación hizo fuerte el movimiento que en un principio logró convocar a personas de diversa índole.
Actualmente aquello ha degenerado. Ya no estamos ante un grupo de jóvenes indignados que reivindican una serie de puntos con el fin de modificar el actual sistema democrático. Según parece, les han salido okupas. Gente que, en palabras de los que siguen conviviendo bajo las lonas, se han instalado ahí y que “no hacen nada más que beber y fumar porros”.
Teniendo en cuenta que el asentamiento no goza de la autorización del gobierno y que está en un espacio que no es sólo de ellos sino de todos, yo diría que a los okupas de Sol les han salido okupas. Y están molestos… como lo están los vecinos y comerciantes de la zona. Gente que convive contigo pero que entorpece tu vida normal.
Decían hoy en las noticias de la mañana que el gobierno estaba estudiando echar ya a estas personas de ahí pero evitando situaciones tan violentas como las de Barcelona. Con todos mis respetos, eso va a ser imposible. Y cuando les echen, posiblemente algunos vuelvan. El problema posiblemente sean los okupas de los okupas, que yo creo que ya son mayoría, personas sin ningún arraigo familiar abocadas al fracaso que probablemente estén viviendo en ese céntrico enclave los días más divertidos de su vida, todo el día ahí tirados sin nada más que hacer que... beber y fumar porros.
jluis37
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