A los directores de cine españoles no les importa que se descargue su cine. Al fin y al cabo, lo que les da de comer son las subvenciones del gobierno, no la taquilla.
Conviene reflexionar al respecto. No me parece mala idea. Ya que los españoles financiamos con nuestros impuestos las ayudas que recibe esta gente del Ministerio de Cultura, tiene sentido que su trabajo esté a nuestra disposición en la Red. Al fin y al cabo, ya lo hemos pagado.
Quizá por eso, Bigas Luna, posible sucesor de Álex de la Iglesia al frente de la Academia de Cine, haya dicho que “pondría una alfombra roja a los que se descargan mis películas”. Si hay descargas, ha demanda. Y si hay demanda, hay subvenciones del gobierno.
La idea parece clara: la taquilla ya no importa.
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