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miércoles, 28 de abril de 2010

Vamos a la Ruina

La Bolsa española inicia caída y nadie ve el fondo del pozo. El detonante ha sido Grecia. La situación financiera de ese país es crítica y Alemania pide demasiado rigor en su política como condicionante para ayudar. Detrás de Grecia van Portugal, Irlanda y España.

Los altos estamentos de la UE no ven con buenos ojos las políticas económicas indisciplinadas y España es fiel ejemplo de ello. En un momento en el que los fuertes parecen estar saliendo de la crisis con resultados macroeconómicos prometedores, España se desmarca con cifras alarmantes de paro y, para colmo, nuestro gobierno no parece consciente de la situación y sigue limitándose a prometer ayudas (a seguir aumentando el gasto público) y a subirnos los impuestos.

Al gobierno de "Zapaterito en el País de las Maravillas" no se le ve con intención de acometer reformas estructurales que puedan resultar impopulares pues nunca ha querido ser portador de malas noticias para la ciudadanía. Cuando lo lógico sería una campaña de concienciación pidiendo a los españoles esfuerzo y trabajo, el mensaje es otro y nos dicen que hay indicios de que estamos saliendo de la crisis, que seguirán aumentando las ayudas sociales (el gasto) porque para eso son socialistas, quizá confiando en que se nos va a pegar algo de las tendencias positivas de otros (Alemania, Francia, Inglaterra...).

Llegados a este punto, los capitales extranjeros centran su interés en otros mercados y huyen despavoridos de los mercados financieros de países como España donde hoy por hoy no hay visos de recuperación y, por tanto, de ganancias en las inversiones. Así, vemos casos de lo más paradójico. Por poner un ejemplo, las acciones de empresas ejemplares como Telefónica cotizan demasiado bajo en relación al generoso dividendo que prometen: a día de hoy el dividendo de Telefónica supondría una rentabilidad superior al 8% anual, muy por encima de lo que ofrece cualquier depósito bancario y ¡ojo! muy similar a la que ofrecen los ya denominados "bonos basura" de Grecia.

Es por ello por lo que tenemos que concluir que la Bosa española se va a pique y ello sólo sería evitable con la dimisión de Zapatero. O, si no, al tiempo.

miércoles, 21 de abril de 2010

CUASIAYUDAS Y PUBLICIDAD ENGAÑOSA

Atención: Lo ha dicho la Dirección General de Tributos. La ayuda de 2.000 euros para comprar coche supone un ingreso más en la declaración de la renta. Por tanto, para hacernos una idea, los que menos ganan (menos de 17.000 euros al año), tendrán que devolver al Estado un 24% (casi 500 euros) y los que más ganan, un 43% (casi la mitad de lo que recibieron al comprar el coche). Y digo yo: ¿No habría sido mejor decir: “tenga usted una ayuda de 1.500 euros… o de 1.000 euros y no se preocupe usted por la declaración de la renta”? Parece que eso no interesa. Vende más anunciarnos ayudas de 2.000 euros que paga Papá Estado y callarse la segunda parte del asunto: que tenemos que devolver un porcentaje al gobierno zapateril cuando hagamos la declaración.

La noticia es indignante. Máxime si tenemos en cuenta que los fabricantes nos llenan los espacios publicitarios de TV de anuncios engañosos en los que aparece el precio del vehículo con los 2.000 euros descontados así como los extras que en el siglo XXI no deberían considerarse extras, tales como el aire acondicionado o los elevalunas eléctricos, valorado todo ello en unos 1.000 euros. De ahí que el precio que vemos en TV deba ser incrementado en unos 3.000 euros para obtener el precio real del vehículo.

Por cierto: el dato ha sido confirmado por Hacienda que aclara que también tributan las denominadas rentas de emancipación que reciben los jóvenes para el alquiler de vivienda y, en teoría, el subsidio ese que da Zapatero a los más débiles, que no estando exento por ley, debemos considerarlo rendimiento del trabajo.

Publicidad engañosa de fabricantes y, lo peor, publicidad engañosa del gobierno que por un lado da y por otro recoge porque, no lo olvidemos NO ESTÁ EL HORNO PARA BOLLOS, aunque nos quieran vender lo contrario.