La lejanía con el cliente no es sólo física, al tener el call center al otro lado del Atlántico, sino que lo es a todos los niveles y la consecuencia es que no resuelven nuestros problemas. Cierto es que allá hablan el mismo idioma que acá pero cada vez que he llamado al 1004 me ha dado la sensación de que hablamos idiomas diferentes pues les pides A y te responden con B, todo ello entre largos cortes dejando la conversación en espera. Y muy amables, eso sí.
Como iba diciendo, al pulsar el CERO en la encuesta que te ponen al finalizar la llamada, conseguimos que automáticamente se desvíe nuestra llamada al departamento de calidad donde por fin oiremos a una persona más cercana que nos atiende, de aquí, de Spain, de las pocas que quedan con empleo, de los que también usa la compañía para convencerte de que te quedes cuando pides la portabilidad a otro proveedor. El problema no se va a solucionar pero por lo menos esa persona entenderá lo que quieres y tomará nota de nuestro descontento con la compañía. Y digo que no nos va a solucionar el problema porque cuando se lo detallemos, a mí me ha ocurrido, nos pasará la llamada "a un técnico" y, sorpresa, nos volverá a salir una voz de allende los mares para no solucionarnos nada.
Menudo pitorreo.