Si el político es trilero por naturaleza, la
experiencia me dice que en materia de impuestos lo es aún más.
El desconocimiento sobre el funcionamiento de los
impuestos y el miedo a Hacienda hace del ciudadano medio víctima de las malas
artes de quienes nos gobiernan.
Tras las manifestaciones acaecidas en los últimos días
por parte de los pensionistas, cuyo poder adquisitivo baja año tras año, nos
encontramos hoy hoy con la noticia de que los pensionistas que ganen menos de
17.000 euros al año no pagarán el Impuesto sobre la Renta.
Pero mucho ojo, habrá que esperar a la redacción del
reglamento de la citada medida. Y tendremos que tener muy en cuenta que no es
lo mismo “no estar obligado a hacer la declaración de la renta” que “no pagar
el impuesto” considerando que existe una cosa que se llama retención y que se
aplica ipso facto, en el momento de obtener rentas de diversa índole tales como
la propia pensión, las de intereses bancarios, arrendamientos de locales y más.
En este sentido dudo bastante que un pensionista que gana menos de 17.000 euros
vaya a pagar 0 euros a Hacienda, como dicen.