Lo de la cabalgata ha sido una mofa encubierta, disfrazada de "ejercicio de libertad y respeto". Aquí hace más de 40 años nadie impone nada a nadie pero esta gentuza que se ha "colau" en los ayuntamientos (engañando a más del 50% de sus votantes) vive con la convicción de que nuestras tradiciones (que vienen de siglos) son imposiciones y quieren cambiarlo todo. Ponerlo patas arriba. Y lo peor es que, para ello, no tienden a lo neutral sino que sus actos son continuos guiños a otras tendencias, a otras religiones... y, de paso, muestras de comprensión hacia actos tan grotescos como el terrorismo.
Aquí el problema no es si a mí me gusta y me hace gracia que a mi hija se disfrace de Darth Vader y mi hijo tenga especial devoción por los vestidos de las princesas de Disney. Si bien cierto que denotan una conducta innata diferente a la de la mayoría, cada uno nace como nace y yo no soy quién para cambiarlo. El problema viene cuando unos individuos que gobiernan, DECIDEN QUE LA CONDUCTA INNATA DE LA MAYORIA NO ES LA CORRECTA y que eso hay que cambiarlo.
A partir de ahí, ponen en marcha sus mecanismos (el rojerío es muy bueno en márketing) para lograr, por ejemplo, que el día de mañana el cuerpo de bomberos esté compuesto al 50% por hombres y mujeres. Y te dicen que vistas a tu hijo de cenicienta, que no todo van a ser chicas, y que por cojones todos (¡y todas!) tenemos que ser iguales.